Habitualmente nos encontramos casas abandonadas alejadas de los núcleos urbanos, pero esta es la excepción. La masía se encuentra oculta tras unas urbanizaciones, convirtiendo su acceso en toda una odisea, ya que la probabilidad de que te vean es alta.
La masía es una explotación agraria que esta formada por la casa y por las tierras de cultivo, bosques y pastoss que la rodean. La masía es el resultado de una evolución histórica y para entenderla se han de conocer sus orígenes.
En el siglo X la palabra masía ya empieza aparecer en los documentos catalanes. Las primeras masías estaban formadas por simples casas de campesinos en las cuales vivía una sola familia.
En los siglos XI, y especialmente en los siglos XII y XIII, las masías se multiplican. empiezan a combinar la agricultura con la actividad ganadera.
A la primera mitad del siglo XIV las masías empiezan ha ser descritas con precisión. Eran casas habitadas que reinaba la modestia. Se realizaban inventaros por los que se deduce la existencia de una zona de almacén, otra de dormitorio y una ultima de cocina y comedor. A veces, los establos se incluían en el interior de la casa.
Durante el siglo XIV y XV se produjeron una serie de catástrofes y desgracias: sequías, hambre, pestes, terremotos, etc. Este hecho desestabilizo el campo al quedar muchas masías abandonadas por las muertes y lainmigración a la ciudad. Este hecho hizo disminuir los ingresos de los señores, por lo que se empiezan a dar más servidumbres a los campesinos.
En los siglos XVI-XVIII, se consolidan los derechos de los campesinos y adquieren la libertad respecto a lo señores feudales. Este hecho permite a los campesinos reafirmarse en su posición social y económica. El resultado de ello es la ampliación de las masías para acoger nuevas iniciativas. Se empieza a consolidar el tipo arquitectónicode la masía que ha perdurado hasta ahora.
En el siglo XIX, hay un cambio importante debido a la industrialización y posteriormente a una crisis que deja en evidencia el poco rendimiento de las tierras de las masías. A partir de mediados de siglo se inicia
una despoblación del campo.
En las últimas décadas se produce una desaparición de las masías cuando se abandona el cultivo. Pero al mismo tiempo coincide con las nuevas perspectivas de uso que se le da como turismo rural.
Ignoramos la fecha de esta imponente masia que forma parte de un complejo mayor, completamente en ruinas pero si sabemos que pertenecía al famoso golfista catalán Jordi Pons. Su gran pasión por este deporte, le llevo a construir en los terrenos de la finca un pequeño campo de golf para entrenarse día tras día.
Cuentan que consiguió numerosos premios nacionales e internacionales, pero pronto acabo en el olvido. Muchos hablan de que fue eclipsado por su mujer, Ramona Trulè, una artista de la fotografía y la pintura que termino sus días completamente enloquecida y encerrada en una de sus habitaciones.
Si uno visita el lugar por la noche, y nos mantenemos en silencio, es posible que escuchemos como el malogrado golfista sigue intentando una y otra vez acertar en el hoyo 19.
Nosotros durante la visita intentamos emular su famoso swing.
Acercándonos hacía la casa, escondiéndonos de las miradas furtivas.
Detalles de la cocina o de lo que queda de ella.
Bodega
Hall principal
Diferentes estancias y mobiliario de la primera planta
La galería de los pisos superiores.
Un juguete olvidado por su pequeño dueño.
Vistas desde los ventanales de la galería.
La luz empieza a caer mostrando un cielo espectacular.
Más estancias con diverso mobiliario.
Escalera de subida.
La azotea y una curiosa ventana ovalada.
Restos de ropa y utensilios de la que puede ser la habitación de la Sra.Trulè.
Extraña luminaria que parece descolgarse del suelo.
Más juguetes esparcidos por el suelo.
Pomo y viejo enchufe de baquelita
El clásico bidé de nuestras abuelas
Viejos periódicos anunciando películas de hace treinta y cuarenta años.
Maceteros, docenas de ellos.
Detalle de vieja lámpara
Regresamos a la bodega. Imágenes de lo que puede ser la prensa.
Imágenes de la fachada exterior.
Jordi Pons esperando ansioso para ir al campo de golf.
Una cuadra llena de viejas puertas y restos de mobiliario.
Un hermoso cáctus preside el salvaje jardín
La naturaleza caprichosa se entrelaza con una oxidada argolla
Un membrillo salvaje
Muestra de la típica cerámica catalana
La última cena.
Un candil de los que usaban nuestras abuelas
Un envase de cristal de DANONE de principios de los 80
Regresamos dejando el edificio antes de ser engullido por la oscuridad.
Emulando al señor Pons en el campo donde pasó los mejores años como profesional del golf.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tus comentarios.Muy amable.Un saludo.