Hubo un tiempo en el que, debido a las guerras, la hambruna y otros pesares, existían lugares como el que nos encontramos en este reportaje. Edificios que eran el único hogar para muchos infantes que se quedaban sin familia, a la espera de ser adoptados o de alcanzar la mayoría de edad para trabajar en el campo o en las industrias más cercanas.
Es difícil dar con esta clase de instalaciones en la actualidad. Por lo general son lugares ocultos por la maleza y a las afueras de pequeños municipios de provincia. Toda una historia oculta que evidencia un pasado turbulento, a la par de una manera de enseñar y aprender muy diferente.
Durante la visita pudimos notar la presencia de los pequeños por las dependencias, resonando entre las paredes sus voces y también la de sus cuidadores y maestros. Sillas y pupitres apilados parecen haber sido abandonados hace pocas semanas, pero nada es lo que parece.
Este lugar hace décadas que fue clausurado y, al parecer, tras un intento de restauración, todo fue olvidado tal y como estaba.
Ahora solo nos queda entrar en la vieja capilla y rezar por todas las almas de los inocentes que pasearon por el claustro de este inquietante enclave con pájaros secos incluidos.
Dos de los pájaros secos que encontramos en la nevera de una de las estancias.
Patio central que da acceso a las distintas dependencias.
Servicio de lavandería a la antigua usanza.
Una de las habitaciones parecía haber sido una antigua escuela.
Algunas de las dependencias parecían haber tenido un intento de reforma.
Diferentes vistas de la capilla
Sus bancos, mudos testimonios de pasadas oraciones infantiles
La nevera nos deparaba una sorpresa....
La "sorpresa"
Y más "sorpresas".... ¿Quién se entrentendria en poner tan macabro hallzgo en una vieja nevera?
La cuna de "La Semilla del Diablo"
Docenas de cunas amontonadas.
El baño rosa.
Un aula que servia de almacén para las butacas del teatro.
Aula con pantalla de proyección improvisada.
Las habitaciones de los más mayores y sus correspondientes baños.
Otras de las habitaciones. con un sofá cama ¿Inquilino reciente?
Uno de los clásicos globos-tulipa setenteros
Camas y mobiliario esparcidos por el piso superior.
La despensa de cervezas del vigilante.
De regreso al claustro principal.
Castigado contra la pared.
El orfelinato vuelve a su silencio habitual.
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