Quienes lo han visitado alguna
vez, dicen que lo que fue uno de los lugares históricamente más importantes de
nuestro país en el siglo pasado, ahora es un paraje sobrecogedor y solitario. .
Vestigios de un tiempo pretérito, de un tiempo que hubo y que no volverá,
testigo mudo del inexorable paso de decenas, cientos, miles de hojas de
calendario que han pasado y que todo lo borran y olvidan. Y, sin
embargo, los restos de hierro oxidado han convertido el lugar en un peculiar
cementerio de trenes, fieles y mudos testimonios de un pasado histórico que a
veces duele recordar, o elogiar, según se mire.
Antiguas máquinas de tren, vagones utilizados por los
transportes mineros, hierros retorcidos, herrumbrosos y enmohecidos que el paso
de los años y las duras condiciones climatológicas del lugar han hecho mimetizarse
con este paraje alpino.
Aquellas viejas máquinas quedaron
como únicos testigos del pasado histórico y la Retina Pretérita os ofrece en
este reportaje la visión maravillosa de estas máquinas que yacen silenciosas en
estas vías muertas y silenciosas que observan al visitante asombrado de tanta
belleza decrépita.
El tiempo borró los últimos vestigios de ese tendido férreo
comido por el óxido en donde se muestran los desnudos esqueletos de las viejas
locomotoras allí olvidadas.
Os dejo con esta maravillosa
poesía de JUAN MANUEL ROCA que ilustra excelentemente este reportaje gráfico:
Trenes
Atentos
a señales luminosas
los trenes
los furgones del
correo
(látigos negros que
parten la noche
en dos tajos de silencio)
dibujan oscuros
trazos
secretas escrituras.
Alguien
hace el cambio de
agujas en el muelle:
entonces entran en el túnel de mis sueños.
Madera y hierro, mudos testimonos de un fructífero pasado ferroviario
La vegetación engulle a esta vieja locomotora
Belleza decrépita
¿Museo? Al aire libre, si.
Interior de una de las viejas locomotoras
¿Bajáis?
La luz al finald del túnel
La grúa se mantiene todavía erguida
Más de un lustro yaciendo en el olvido
Mimetización casi total con la naturaleza
La estructura del edificio resiste por los buenos materiales empleados
Talleres
Bidones
Calderas de carbón
Férreas ruedas olvidadas
Más maquinaria en una de las infinitas salas de los talleres
Los talleres de reparación son inmensos y aún albergan todo tipo de piezas
Botella de Freixenet de los años 60
Habían montañas de carbón en cada sala de los talleres
Esquelto del armazón de una de las salas de los talleres de reparación
Vieja senyaléctica en el suelo
Una vieja lata de Fanta Limón ochentera
Restos de uno de los cuadros eléctricos
Vagones grafitteados por doquier
2 detalles de los lavabos masculinos
Cerrojo y telarañas (un clásico decay)
Red Room
Unión de dos vagones
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